ENERGÍA ELECTRICA Y COMPETITIVIDAD TERRITORIAL
SUBAGENDA ENERGÍA Y MODELO PRODUCTIVO
“Desde una perspectiva de mediano y largo plazo, la competitividad consiste en la capacidad de un país para sostener y expandir su participación en los mercados internacionales, y elevar simultáneamente el nivel de vida de su población. Esto exige el incremento de la productividad y, por ende, la incorporación de progreso técnico”
(Fajnzylber 1988).
La competitividad no es un factor exclusivo de la empresa como unidad productiva y esto es independientemente de su escala de producción. Aplica para una gran industria, para una PyMe y para un microemprendimiento.
Si bien la empresa debe trabajar sobre sus condiciones internas, en todo el proceso productivo, buscando la eficiencia en el uso de los factores que le permita una mejora en sus costos y ser más competitivo, hace ya tiempo que se demostró que la competitividad es una elemento sistémico, territorial y político.
Esa competitividad tiene factores endógenos y exógenos, claramente los primeros son los internos de la empresa en el desarrollo de sus capacidades. Los segundos, surgen del contexto en la que las empresas llevan a cabo su actividad.
Allí, del entorno, surgen los factores sistémicos y estructurales.
FACTORES ESTRUCTURALES DEL ENTORNO QUE AFECTAN LA COMPETITIVIDAD
Entre los estructurales encontramos las condiciones de demanda (el tamaño del mercado interno determina economías de escala, el carácter exigente de las preferencias de los consumidores fomenta la innovación) también las condiciones de oferta (disponibilidad de materias primas, características tecnológicas, marco regulatorio, condiciones de comercialización, etc.).
En esa caracterización de la competitividad sistémica, que deja de lado la visión liberal/libertaria, que somete la competitividad al exclusivo resultado del esfuerzo personal, encontramos la necesidad de identificar aquellos factores que gestionados de la manera correcta constituyen un escenario de potencial competitividad para todo el entramado productivo de una región y/o territorio.
Desde hace tiempo, particularmente desde la reforma del estado realizado a inicios de los años 1990, se discute si la energía eléctrica es un bien más de la economía o es un bien estratégico.
LA ENERGÍA ES UN BIEN ESTRATÉGICO
Quienes sostenemos el concepto de la competitividad como una condición sistémica entendemos que la energía es una bien estratégico en tanto que insumo difundido, que forma parte de las estructuras de costos de todos los sectores
productivos. En algunos casos, de acuerdo con la intensidad en el uso de la energía, variando la proporcionalidad final de incidencia.
Esta situación queda demostrada en el impacto que los «tarifazos» por quita de subsidios tienen en la estructura de costos de muchos sectores productivos, impulsando al cierre a muchas pymes y comercios de todo el país. En este sentido es necesario comenzar a considerar a la energía en general y la energía eléctrica en particular, como un bien
estratégico y ponderarla como insumo al servicio del desarrollo económico del territorio y a elevar la calidad de vida de la población.
COMPETITIVDAD SISTÉMICA
Por otro lado, continuando con la idea de competitividad sistémica, otro factor estructural es la condición de la demanda. La capacidad adquisitiva del mercado interno es fundamental para el desarrollo económico de una nación, de un territorio. Claramente sin capacidad de compra no hay posibilidad de producción.
En ese sentido, la energía se convierte en un factor clave, desde su condición de servicio público. Los «tarifazos», no
hacen más que generar una transferencia de ingresos de la comunidad a las empresas energéticas del segmento generación, ya que, lo que antes se utilizaba para consumo de distintos bienes y servicios, ahora se utiliza para pagar la energía.
La opción que queda es no abonar la tarifa eléctrica y seguir consumiendo, lo cual resulta en la progresiva incapacidad de las distribuidoras de energia de abonar la energía mayorista.
Por donde se la analice, la energía es un bien estratégico de la economia.
EL CASO CHUBUT
En lÍnea con todo lo anterior Chubut es un caso particular, paradójico y paradigmático.
La empresa Aluar, una empresa intensiva en el uso de energía eléctrica para la producción de aluminio mediante el proceso de electrolisis, fue concebida, a principios de los 1970 como un elemento clave para superar un déficit nacional para el desarrollo industrial, como es la falta de bienes intermedios, en este caso el aluminio.
Este desarrollo estuvo estratégicamente pensado a partir de la disponibilidad de recursos energéticos suficientes como para llevar adelante tal producción. Por lo anterior, el Estado a través de la COPESDEMEL desarrolló la planta con su propia central hidroeléctrica, Futaleufú, para abastecer de energía como uno de sus insumos críticos, a su proceso productivo.
Es paradigmático, en función de nuestra caracterización de la competitividad, el hecho de concebir un proyecto de tal magnitud económica para el desarrollo nacional basado en la disponibilidad de una fuente de energía eléctrica, el
cual es un factor exógeno y estructural.
Es decir que, independientemente del mayor o menor impacto que la energía como insumo tenga en función de la intensidad de su uso en los costos de la empresa, esta claro que sin energía como factor es sumamente difícil
pensar en la competitividad a largo plazo, por ende, de la sustentabilidad, de un entramado productivo.
El caso de Chubut es paradójico porque, aun siendo un consumidor minoritario a nivel nacional y totalmente superavitario en términos de energía eléctrica, cuenta con un sistema de servicios públicos profundamente endeudado y colapsado, como así también un 85% del territorio (25 comunidades) fuera del sistema de interconexión eléctrico nacional.
Tiempo de debatir sobre la formación de precios
Esta situación plantea la necesidad de debatir con el mercado mayorista nacional, especialmente con CAMMESA, no solo la deuda sino también el proceso de formación del precio mayorista a las distribuidoras (precio estabilizado), donde las regiones que consumen por debajo de la media de consumo nacional terminan subsidiando a quienes consumen por encima de esa media, transfiriendo, vida promedio de costos de generación de cada fuente despachada en función de la demanda nacional, las ineficiencias de las fuentes caras de energía eléctrica al resto del país.
En ambos análisis, lo paradigmático, que comprueba que la energía eléctrica es una fuente de competitividad sistémica y lo paradójico, que Chubut, siendo una provincia superavitaria en materia de energía eléctrica, se encuentre postergada en términos económicos estructurales, se nos convoca a debatir las fuentes de la energía y la distribución de los beneficios, habida cuenta que los titulares de estos son los pueblos de las provincias.
Algunos interrogantes para el debate
El debate debe ser disparado a partir de preguntas que surjan del diagnóstico de la situación.
- Si la energía eléctrica es una fuente de competitividad, ¿Por qué no todas las empresas del entramado productivo provincial tienen acceso al mismo precio de la energía o al menos a un precio segmentado en función de su intensidad en el uso de ese insumo y el impacto que cada sector tiene para el desarrollo del territorio?
- ¿Por qué el pueblo de la provincia de Chubut, el cual es superavitario en términos energéticos y dueño de los
recursos a partir de los cuales se genera la energía eléctrica no puede acceder a energía a un valor razonable asociado a su participación en la demanda nacional de energía sin tener que cargar con las ineficiencias del mercado eléctrico nacional? - El vencimiento de la concesión del principal activo energético de Chubut, la Central Hidroeléctrica Futaleufú, debe ser uno de los disparadores del debate para la solucióndel problema. Un debate que incluya a todos los actores vinculados, directa e indirectamente, a través del mercado mayorista.
- La provincia de Chubut, además de la titularidad del recurso por el cual recibe, de acuerdo a la Ley 15336, las regalías hidroeléctricas, es titular del 33,51% del paquete accionario de la empresa Hidroeléctrica Futaleufú, por lo cual debería tener acceso a una parte proporcional del producido por la empresa con las mismas condiciones de
mercado que los demás socios.
Hechos importantes
Otro hecho importante para este debate lo representa el análisis de la salida de servicio de la línea de alta tensión que conecta la central Hidroeléctrica Futaleufú con Puerto Madryn.
En ese periodo de aproximadamente un año entre julio de 2021 y julio de 2022, la empresa Aluar siguió sosteniendo sus niveles productivos, por lo cual, la dependencia exclusiva que tenia de Futaleufú, dejo de existir en 2006 con la interconexión en 500kV entre Puerto Madryn y Choele Choel, dándole seguridad en el abastecimiento aun ante
un evento tan extremo como el sucedido.
En función de ello es fundamental avanzar en el debate respecto al destino final de la energía generada en hidroeléctrica Futaleufú, quién debe subsidiar la diferencia entre el valor de mercado y el costo en la fuente de energía. Hasta 2006 era comprensible debido a la falta de fuentes alternativas para una empresa de suma importancia para la región.
Pero, a partir de 2006, la competitividad sistémica de todo un territorio en función de un factor estructural como la disponibilidad de recursos energéticos, debe distribuirse entre todo el entramado productivo provincial en particular y entre toda la comunidad en general, sin afectar a nadie, pero beneficiando a todos.
EMPRESA PROVINCIAL DE ENERGIA UNA HERRAMENTA FUNDAMENTAL PARA LA COMPETITIVIDAD
Esta posibilidad requiere de una herramienta fundamental que coordine, ordene y administre el sector en beneficios de todo un territorio. Esto es, una empresa provincial de energía capaz de administrar el mercado mayorista provincial y vincularse con el mercado mayorista nacional.
Administrando a su interior una canasta de energía mayorista a un valor asociado el verdadero costo de generación y a la participación en la demanda nacional.
GENERADORAS DE ENERGÍA Y CAMMESA
Otro dato importante es la crisis de las generadoras de energía con CAMMESA frente al incumplimiento de los pagos por parte del Estado nacional a la mayorista administradora.
Es decir que la deuda existente entre las distribuidoras de Chubut y CAMMESA, así como la deuda de las demás distribuidoras de cada jurisdicción respecto a la mayorista, es una deuda con el estado nacional y no con CAMMESA, ya que las generadoras habrían cobrado vía subsidios adicionales la deuda de las distribuidoras.
Por lo cual, la discusión es entre el Estado Nacional y las jurisdicciones endeudadas.
Hablar de Soberanía Energética es discutir con seriedad, abiertamente y con todos los actores del sector energético, la reestructuración del mercado eléctrico nacional, la creación del mercado provincial, la creación de una empresa provincial de energía administradora del mercado y la composición de una canasta energética a partir de los recursos naturales y físicos de que permita desarrollar un criterio de competitividad a largo plazo el cual, parafraseando a Fajnzilber en la frase de inicio del documento, posibilite a la producción, expandir su participación en los mercados internacionales, y elevar simultáneamente el nivel de vida de su población