1° de Mayo 

DIA DEL TRABAJADOR Y LA TRABAJADORA

La conmemoración del Día del Trabajador y la Trabajadora recuerda un hecho histórico que marca su identidad.

El 1º de mayo de 1886 marcó un antes y un después en la historia del movimiento obrero organizado. Aquel día comenzó una huelga en reclamo de la jornada de 8 horas y terminó con la ejecución de un grupo de sindicalistas anarquistas, bautizados posteriormente como los Mártires de Chicago.

Recordamos una tragedia como un ícono que permitió una toma de conciencia en la que se fundó un proceso de adquisición y consolidación de derechos de los Trabajadores y las Trabajadoras que fue impregnando a la sociedad a escala mundial.

Hoy, en Argentina, vivimos una tragedia colectiva, que está dañando profundamente el tejido social. El gobierno del presidente Javier Milei ha impulsado a partir del DNU 70/2023 una serie de medidas que pretenden aniquilar la matriz de derechos laborales y sociales que caracterizó a nuestro país desde 1943 en adelante.

Cotidianamente se registran hechos y datos que demuestran, por parte del Presidente de la Nación, un nivel de desprecio y perversidad hacia la sociedad que gobierna, asumiendo decisiones despiadadas que no sólo están aniquilando miles de puestos de trabajo, forzando el cierre de emprendimientos industriales y comerciales, eliminando planes de ayuda social, disminuyendo presupuestos en políticas públicas esenciales como salud y educación pública, investigación científica, de apoyo a la producción, además que también, su primaria y precaria visión de la política económica deteriora exponencialmente el poder adquisitivo de los salarios de los que aún pueden conservarlos.

Definimos a la acción de este gobierno, como un plan de pauperización social ejecutado para convertir en una factoría extractiva a una nación que posee enormes recursos naturales, con una población con altos niveles de capacitación, abdicando de cualquier idea de defensa de la soberanía nacional.

Un plan de entrega manifiesta e impúdicamente ejecutado desde el Poder Ejecutivo Nacional con la complicidad de la mayoría de una oposición política genuflexa y oportunista.

Advertimos la liviandad con la que, en medio de la caída libre a la que ha sido arrojada gran parte de la sociedad argentina desde el 10 de diciembre de 2023, una buena parte de la dirigencia política argentina se esmera en satisfacer y congraciar la pantagruélica ambición de los grupos económicos que pretenden saquear los recursos naturales de nuestro país.

Frente a esta situación, asumiendo plenamente nuestra condición de Trabajadoras y Trabajadores, con la identidad política forjada en el marco de un proceso histórico que reivindicó nuestra condición, asumiremos nuestras responsabilidades fundamentales frente a la hora, no callar, no consentir y organizarnos políticamente para defender nuestros derechos y nuestra identidad.

Somos parte de un proceso histórico y político que proclama y promueve la soberanía política, la independencia económica y la justicia social como sus banderas fundamentales, y considera a la clase trabajadora en la centralidad de su concepción de poder.

Todo ello quedó plasmado en la Constitución de 1949, que fue receptora de su ideario fundamental, que se inscribió dentro de la corriente jurídica mundial del constitucionalismo social y entre sus principales normas incorporó los derechos de segunda generación (laborales y sociales), la igualdad jurídica del hombre y la mujer, los derechos de la niñez y la ancianidad, la autonomía universitaria y la función social de la propiedad.

Frente a los dolores, la angustia y la incertidumbre de millones de compatriotas por las consecuencias económicas y sociales promovidas y ejecutadas desde el gobierno nacional, nos solidarizamos sentidamente y exhortamos a expresarnos, organizarnos y militar activamente para recuperar los derechos y la dignidad que merecemos.

01 de mayo de 2024